Vaiakel - Todos somos necesarios
En nuestra época en las grandes ciudades no
conocemos los nombres de nuestros vecinos, no sabemos cuáles son sus desafíos y
problemas. Hay personas que vemos todos los días pero son virtualmente
invisibles. Todos sabemos la importancia de vivir en comunidad. Pero, ¿Cuál es
nuestro lugar en la comunidad?
Nuestra parashá comienza con el
verbo Vaihakel, que se traduce: “Y congregó”. De ahí sale la palabra Kehila,
que es congregación o comunidad. Moshé reunió a todo el pueblo para pedirle que
participara en conjunto de la construcción del santuario, que cada uno aportara
lo suyo, lo que tuviera a mano. Si tenía oro que trajera oro; si tenía pieles,
telas, maderas o tinturas, que las trajera. También pidió voluntarios para
tejer y hombres sabios para coordinar la construcción. Moshe no exigió un
impuesto, ni recaudó solo de los más pudientes, les pidió todos que den de
corazón.
La Torá continúa diciendo, que
absolutamente todos los que tenían elementos de la lista necesaria se los
trajeron. Las costureras y los artesanos se presentaron como voluntarios. Nadie
se hizo el distraído.
Es frecuente que la gente diga
“yo no soy rico, no puedo ayudar”,“no soy sabio, no puedo opinar” o “no tengo
tiempo para participar”.
Para construir una comunidad
fuerte, todos tenemos que aportar algo, cada uno lo que puede. No todos tienen
que traer oro y plata, pero todos tienen que participar con lo que tengan,
prestar sus conocimientos y experiencias, su tiempo o incluso una mano para
limpiar y ordenar. Todos somos necesarios.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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