Shabat es un momento para reconectarte con tu familia y amigos, un tiempo para traer santidad y paz a nuestra vida. Pero el secreto verdadero de Shabat es que puedes trasladar y aplicar sus regalos al resto de la semana. Presento aquí siete enseñanzas de Shabat que tienen el poder de transformar nuestra semana:
1.
Primero lo primero. Shabat nos
recuerda lo más importante de nuestra vida: pasar tiempo con la familia,
brindarles atención a nuestros hijos, hablar con nuestra pareja, reconectarnos
con Dios. Podemos traer esta ‘conciencia de prioridades’ a nuestra vida diaria
y examinar nuestra agenda para ver si refleja lo que nosotros más valoramos.
2.
Eleva lo físico. Cuando decimos kidush
en la noche del viernes santificamos el tiempo, aprendemos a elevar el mundo físico
y a reconocer lo infinito dentro de lo finito. Podemos utilizar los recursos
naturales que recibimos cada día para penetrar más allá de la superficie y
revelar la profundidad y el significado del mundo.
3.
Comparte con los demás. Shabat es un
regalo que extendemos a los demás, invitándolos a comer con nosotros y
compartiendo la preciosa paz y calidez del día. Podemos continuar haciéndolo
toda la semana, compartiendo la sabiduría que aprendimos, extendiendo una mano
a alguien en necesidad, ofreciendo un oído atento y teniendo el coraje para ser
el primero en sonreír.
4.
Vive en el presente. Shabat nos
da una oportunidad única para dejar nuestros teléfonos de lado y eliminar las
distracciones y ruidos que nos asedian toda la semana. Nos da la oportunidad
para estar presentes, para dar un paso atrás y pensar en lo que realmente
queremos en la vida. Podemos aprender a hacerlo todos los días, podemos tomar
un momento para estar presentes y pensar en la razón de nuestra vida, eliminar
el ruido y escuchar a nuestro corazón.
5.
Gratitud. Shabat nos enseña a ser agradecidos por la
creación del mundo, por los miembros de nuestra familia, por los amigos con
quienes compartimos las comidas y por las bendiciones que tenemos en la vida.
Traslada esta gratitud a la semana y aprecia que Dios no sólo nos dio vida,
sino que continúa dándonosla cada día. Enfócate en toda la bondad. Contempla el
amanecer. Aprende a ver las bendiciones todos los días.
6.
Estudio. Shabat nos da tiempo para estudiar y buscar
respuestas, para apreciar la sabiduría de la Torá y la forma en que da
dirección y sentido a nuestra vida. Traslada esa sabiduría a tu semana. Podemos
estudiar todos los días, incluso en lapsos cortos de tiempo. Haz nuevas
preguntas. Continúa buscando respuestas.
7.
Unidad. Los hebreos celebran Shabat y comparten este
regalo especial. Advertimos que el pueblo de Israel es uno, que las etiquetas y
diferencias que nos dividen son triviales en comparación a la belleza y el amor
de nuestro pueblo. Podemos traer esta unidad a nuestra semana y recordar que
todos estamos conectados y somos responsables unos por otros.
Cada
día es una nueva oportunidad para tomar el poder de Shabat y utilizarlo para
elevar nuestra vida diaria.
Tomado de aishlatino.com
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